sábado, agosto 18, 2007
The Ciao Manhattan Tapes
El Arte es un Engaño
El arte no es magia; para nada comparte la misma raíz que el conejo que se crea del vacío del sombrero. El artista no es un mago, el artista es el ingeniero de robots que crea, luego de treinta años, el módulo perfecto de inteligencia artificial, y luego, en la noche, antes de presentarlo ante la junta de síndicos de su empresa, quema los papeles, quema los diarios y libretas de anotaciones que tanto protegió por años, para poder decir, frente al micrófono, que la idea se le ocurrió en la noche, mientras soñaba y bebía café, despreocupado.
El artista siempre plagia; el artista siempre observa con envidia. El artista es Narciso frente a su reflejo. El artista se mata creando su Obra Cumbre pero da a entender que la Obra Cumbre lo mató a él.
El artista no te dice que se inspiró de Mengano, no, el artista se lo dedica a Fulano, dice que sus influencias son Zutano, y cuando le preguntan si cree que hay alguna relación entre su obra y la de Megano, dice que no, que jamás había escuchado de él.
El arte es el engaño mejor vendido. El arte es el secreto mejor guardado por la raza humana. El arte no existe. La Potencia a Arte es criada en jaula, y acomodada en lo pequeño de un sombrero, para que, frente al público, parezca aparecer de la nada.
El artista no se inspira, el artista trabaja.
El artista no sueña con ganar el nobel, el artista sabe que lo ganará.
La grandeza y la humildad no se criaron juntas y al conocerse se dan las espaldas.
El mundo se compone de falsas modestias y de grandes piezas de arte avant-garde que no son nada más que experimentos a larga duración. El arte no es místico. El arte no impresiona. El arte es renombre y publicidad. El ojo artístico es un sabor adquirido. El arte pesa. El arte se arrastra.
El arte y dios comparten la misma raíz nula, el arte y dios son sinónimos, arte=dios.
El artista nace ateo.
La Potencia a Arte tiene que ver a través del ventrílocuo antes de poder utilizar su propia marioneta.
El arte; cito a Mayra Santos en su clase: "escribir es rescribir, puñeta, escribir es rescribir".
El arte jamás escoge su obra favorita: Cervantes, cuando le preguntaron acerca de su obra, dijo que el Quijote para nada era su favorito. Que era un aborto, un fracaso. Y su modestia se volvió inmortal. Cervantes es un genio artista porque creó una obra sin saber lo que hacía. En las noches, Cervantes miraba su libro publicado y sonreía. Las batallas que sobrevivió habían valido la pena. El arte es ese engaño.
El arte es pariente de Ouroborous. El artista tiene que mentir para inmortalizarse: Borges no sólo tuvo una experiencia mística, sino que, según él, tuvo dos. Borges escribió "Arte Poética" explicando que el arte "tiene que ser como ese espejo, que nos revela nuestra propia cara" por que si alguien conocía lo que era el arte, fue ese argentino. Borges leyó todo. Borges vivió en su biblioteca. Dominó la poesía y le llamaron poeta. Dominó la prosa, y le llamaron cuentista. Dominó la mística, y lo coronaron místico. Borges conocía el poder de su propia mortalidad y lo utilizó para inmortalizarse. Eso es arte. Le tomó toda su vida terminar su mejor cuento: un mito aún más poderoso que cualquier ruina circular: Borges, el Genio.
El Arte es Atlas cargando el gran peñón. El arte es tener una meta y hacer todo lo posible para lograrla. El arte se sacrifica y sacrifica a otros, porque si no lo hace, no es arte.
Al arte la palabra le queda muy grande. Al artista, su sustantivo le guinda.
Es todo una ficción, una horrible y fatídica ficción.
Lo que intento decir es que el arte no existe pero, coño, que rico sabe.