Llevo, desde la semana pasada, leyendo el último volumen de las obras completas de Phillip Roth, Collected Nonfiction, 1960-2013. Lo he estado leyendo casi como una forma de entrarle al verano que comienza, a alternar modos de estar, pasar de la intensidad del semestre académico a los largos silencios de los veranos del medio oeste. Lo he estado haciendo, además, porque mi esposa está de viaje todo el mes y se me ha olvidado cómo estar solo. En fin, todo esto es un prólogo para otra cita de Roth, del ensayo "The Ruthless Intimacy of Fiction", el cual realmente es una ponencia que dio en alguna actividad en Newark y que pueden encontrar en los últimos 40 minutos de este video. En fin, la cita es un tipo de ars poetica, un pequeñísimo prospectus de la prosa que se dice realista.
Foto de la entrevista que le hizo el NYTimes a Roth el año pasado. |
This
passion for specificity, for the hypnotic materiality of the world one is in is
all but at the heart of the task to which every American novelist has been
enjoined since Herman Melville and his whale and Mark Twain and his river: to
discover the most arresting, evocative verbal depiction for every last American
thing. Without strong representation of the thing—animate or inanimate—without the
crucial representation of what is real, there is nothing. Its concreteness, its
unabashed focus on all the mundanities, a fervor for the singular and a
profound fidelity to the blizzard of specific data that is a personal life, its
physicalness, that the realistic
novel, the insatiable realistic novel with its multitude of realities, derives
its ruthless intimacy. And its mission: to portray humanity in its
particularity”