Entretenimiento
necio de un poco más de media hora: sentadísima en la taza del excusado Cecilia
dizque haciéndose sabihonda, o si no seudofilósofa, pues temía todas-tosas que
su plan fuera a fallarle.... Para el caso se adelanta que le falló sólo a
medias, en virtud de que la tía también a medias falló; plan contra plan:
vaguedad, ya que todo empate es vago, pero a davor de esa iguala valga afrontar
un deslinde: se retoma el excusado, la posición hacedora: el típico agache a
fuerzas de Cecilia batallando, y he aquí entonces el concepto antitético y
grosero: HACER DEL BAÑO ES UN TRIUNFO, MÁS QUE UNA NECESIDAD, ¿o a lo mejor es
preciso ver tal triunfo—si se puede—un poco más desde abajo?... ¡No!, no es
menester retorcerse. ¿Para qué el contorsionismo después de una batalla y sobre
todo de un triunfo? Nomás hay que imaginar la posición en agache de Cecilia
puje y puje, y con eso es suficiente, aunque.... si Vénulo alguna vez tuviese
oportunidad de contemplar a su amada en semejante postura ¿decreceria su
delirio?.... Depende.... Quién sabe.... ¡Vaya!.... Pues no acepta el idealismo
contundencias de este tipo, y si entra en juego el realismo habrá entonces
jaloneo entre lo malo y lo bueno y al cabo habrá de exigir más discreción al
respecto y....
Las
disculpas son realistas, y el perdón ¿por consiguiente?
de Porque parece mentira la verdad nunca se sabe, Daniel Sada
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