martes, julio 22, 2008

verano, 15: base terráquea

1.
Base Terráquea a Mayor Tomás, Base terráquea a Mayor Tomás:
Tómate tus pastillas de proteínas y ponte el casco
Base Terráquea a Mayor Tomás: Las turbinas están encendidas. Comenzamos conteo regresivo. Verifica el ignition y que el amor de Dios esté contigo.

Aquí base Terráquea a Mayor Tomás: Eso es, lo has logrado. Y los periódicos quieren saber cuál camisa usarás, de qué diseñador. Es hora de salir de la cápsula, Tomás, si te atreves.
Aquí Mayor Tomás a Base Terráquea: Estoy cruzando la puerta. Y estoy flotando de la forma más peculiar. Y las estrellas se ven demasiado diferente hoy.

Aquí estoy, sentado en una lata de aluminio, demasiado lejos del mundo. El Planeta Tierra es azul y no hay nada que yo pueda hacer al respecto.
A pesar de que he pasado unas cien mil millas, me siento demasiado quieto. Y creo que mi nave espacial hacia dónde dirigirse. Díganle a mi esposa que la amo, aunque ella lo sabe.

Base Terráquea a Mayor Tomás, Base terráquea a Mayor Tomás:
Tus circuitos se han jodido, algo anda mal.
¿Nos puedes escuchar, Mayor Tomás?
¿Nos puedes escuchar, Tomás?
¿Nos puedes escuchar…? ¿Nos puedes…?

Aquí estoy, sentado en una lata de aluminio, por encima de la luna. El Planeta Tierra es azul… y no hay nada que yo pueda hacer al respecto.

2.
La maldita novela está casi ahí. Me siento mal maldiciéndola. Pero está casi ahí. Lo que me falta es editar/re-escribir los últimos…ermm….diez capítulos. Son sólo unas 6mil palabras. Si sólo pudiera obligar a sentarme unas doce veces más. He notado que cada vez que me estiro sobre el teclado edito/re-escribo unas quinientas palabras. Entonces, la máquina se me encaja. El problema es que hay mil cosas que me distraen. Cualquier cosa lo hace. Pongo música para escribir. Hoy le tocó a los irlandeses. A Damien Rice y al soundtrack de la película Once, que es Glen Hansard y Marqueta Inglova. Me ayudan a escribir. Estoy en una parte que es medio… angsty , como Damien, como Once. Y de la nada, se mete Bowie, se mete Bowie y su Major Tom y me rompen la vibra.
Mal, mal, mal.
Ya veo porque nunca edité las otras. Aunque las otras, más que editar, necesitarían una cirugía plástica intensiva.
Pero esta no es ni una novela-novela. Es más un short-novel. Una novella de 25mil palabras.
Y no quiero ni ponerme a pensar en título.
Soy tan fuckin’ malo con títulos.

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