sábado, agosto 30, 2008

verano, 23: tropezo anacrónico

1.
El tropiezo. El sonido. El un-zipping del zipper. Lea: realización. El taladreo del corazón, los puños apretados, el grito silente y la espera. El segundo eterno. Entonces el cantazo. Entonces la media vuelta de mi torso, de mi upper body, la repetición del cantazo. El mismo golpe una, dos, tres veces en split screen y yo recogiendo los pedazos de la laptop. Y yo recogiendo los pedazos de la laptop. Repito idea central: pedazos, laptop, laptop en pedazos. Fin de parrafo.
2.
La tinta se acaba. Eso es lo malo de escribir a mano. Añado además el tener que detener la velocidad del pensamiento. Irónico, ¿ah? Escribir a mano algo que terminará en la red. Anacrónico, en realidad, nada de irónico.
Preferiría escribir esto en una maquinilla. Casi lo mismo que un teclado de PC pero con un sonido más romántico.
Mierda: no tengo maquinilla.
3.
Alguien me preguntó que de que valía escribir estas entradas--brevísimas crónicas--si no tenía un público definido. Me divierten, le contesté, sólo por eso. Al fin y al cabo, todo proceso de creación es un acto egoísta, narcisista, e hipócrita. El creador crea teniéndose a si mismo en primer, segundo, y tecer lugar. Luego la audiencia. Esa fue mi respuesta default. La respuesta que da un "escritor" (¿es valido hacer hincapié en las comillas?).
Sin embargo, tengo la pequeñísima esperanza que alguein lea estas vainas de vez en cuando. No espero comentarios, aunque se piensa que la principal cualidad del blog lo es la posibilidad de poder comentar. Pero yo no estoy de acuerdo. No se equivoquen: pienso que los comentario son lo mejor, fomentan una conversación, pero dejar uno requiere tiempo y más voluntad--willpower--que la que requiere leer una entrada. Requiere pensar una respuesta coherente, redactarla con estilo o, por lo menos, de alguna forma que se refleje tu intención e identidad.
¿Qué dices, Sergio?
¿La respuesta como acto performativo?
Ulalá, que académico.
4.
La laptop cayendo cada vez que cierro los ojos. La laptop cayendo cada vez que acentúo una palabra. La laptop cayendo mientras me ligo a Norma en su traje blanco. La laptop cayendo, puñeta.
5.
El olor a brea debe ser un signo del adviento electoral. Lo mismo con la reconstrucción de las plazas municipales. Santa Rita me parece una ama de casa de Beverly Hills (¿un intento de hacer un paralelo entre el botox y el asfalto? Guao, Sergio, que talento poético).
6.
Carlos Irizarry me dijo que las patrullas de policía de Gurabo ahora dicen Gurabo City Police Department. Guaynabo City, San Juan City... ¿Será Allan Mostacho, honorable alcalde de la montaña, capaz de cityficar el cuartel de policías de Utuado? ¿Se atreverá? Por mi madre que si Willy le añade un maldito sufijo anglosajón a Caguas, decapito nuestra india transgénero.
7.
Adendum: Necesito algo para adornar las paredes de mi cuarto. Me siento como la mosca proverbial en el vaso de leche blanca Suiza Dairy.
Que jodienda, ahora quiero un vaso de leche.

[Me sincero: no sé cómo se usa ese termino de adendum, pero lo quería usar porque suena bonito. Lo googlearé.]

[Escrito 18/Ago/08, 10:37pm]

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