jueves, enero 29, 2009

saludos, sergio carlo[s]

1.
En el comienzo, me pareció cómico. Irónico. Casi poético, todo este asunto de que estuviese recibiendo correos electrónicos dirigidos a otra persona con mi mismo nombre, en esa otra isla que tan cerca está de mí, y que desconozco. Lo pensé una broma, tras leer los primeros dos, tres, cuatro. Pero, luego, tras una breve búsqueda por Google, descubrí que se trataba de un animador de televisión y radio en Santo Domingo. De un programa, que no sé si corre en las mañanas o en las noches, que tiene una fanaticada grande, y en el que, en algún momento, se proveyó una dirección de correo electrónico equivocada. Y quién sabe cuántos la apuntaron. Hasta la fecha, en un periodo de aproximadamente seis meses, he recibido 60 notas, todas breves, todas pidiendo lo mismo, unas más desesperadas que otras.
2.
En el comienzo, también, les contestaba. Intentaba aclararle que era la dirección equivocada. Que sí, me llamaba igual, pero que yo era de Puerto Rico. Que no sabía de lo que hablaban. Una, inclusive, me respondió disculpándose y explicándome acerca del programa. Otros, me respondieron llamándome antipático, reclamándome que no tenía que esconderme de ellos, amenazándome con promesas de no volver a escuchar mi show. En una ocasión, me hablaron por el Chat de Gmail. Le dije que se habían equivocado. Le expliqué todo, por enésima vez. Y la muchacha, (porque era joven, veintidós, me dijo) confesó que se sentía desencantada. Que gracias a mí, había confirmado que se trataba de un rol, un personaje que yo llevaba, que no podía creerle a nadie que escuchara en la radio, ni en la televisión, que pensaba que yo era diferente. Que era su culpa, por ser tan estúpida y tan suave.
Su comentario me pareció tremendamente sincero. Tremendamente real. Así que insistí en la explicación, insistí diciéndole por favor, créeme, te estás confundiendo, como si su súbita decepción me hiriera, como si quisiese salvaguardarla, no privarle del poquito de entretenimiento que gozaba durante las horas de mi show.
Digo, del show de Sergio Carlos.
3.
El programa se llama Chévere Nights. El nombre del individuo es Sergio Carlo. Sin la ese.
4.
Las próximas veces que me hablaron por el Chat de Gmail, confundidos, les seguí la corriente. Me preguntaron que cómo estaba. Le contesté que bien. Les pregunté que cómo estaban ellos. Y ellos me contestaron que bien, que cansados, que locos por salir del trabajo, que llegando a casa. Les dije que se cuidaran, que les agradecía que escucharan mi show. Les dije que si querían algo que me lo pidieran, y todos me pidieron lo mismo: sólo salúdame en el show de mañana, por favor. Les prometí que lo haría. Que los saludaría. Que les diría feliz cumpleaños, o feliz aniversario, o le enviaría un saludo a toda la oficina, si querían. Eres el mejor. Te lo agradecemos, me dijeron.
5.
No me saludaste el lunes, me escribió Erica el viernes de esa semana, me quedé esperando toda la noche, pensé que te habías quedado corto de tiempo, así que escuché el día después todo el programa, esperando por el saludo. Eres un tipejo, Sergio Carlos.
Tipejo.
6.
Saludos sergio carlos como estas soy una admiradora tuya desde hace ya algunos years y solo me he confromado con verte solo by Tv todas las noches por chevere nights y con eso me conformo me encantas y me facinas claro estas buenissssssssssssssssimo te mando un besote grande....
7.
Hola sergio carlos como esta, por favor saluda a mi niña que solo tienes tres años y medio y es loca contigo y con milagros y hasta que no pasa el programa no quiere dormirse, por que ella siempre esta esperando el enganche por que dice mami si te ganas el enganche me compra el carrito.un carrito q ella queria de reyes pero los reyes no pudieron dejarselo. otra cosa ella baila el paso del delfo.
con cariño y amor
l____ v____ madre
c___ m____ hija.
por favor mandale el saludo a la niña.
8.
En el comienzo me urgía responderles. Me urgía desenredar los nudos de sus equivocaciones, pero, eventualmente, le di luz verde al desinterés, a la apatía. Comencé a borrar los correos electrónicos. Muchas veces enterrándolos sin leerlos. No me afectaban a mí, para nada. No tenía por qué leerlos, leerlas. Todas esas cartas esperanzadas. Todas esos nombres anónimos que exigían una breve mención por las ondas radiales. Todas esas niñas que sólo tienen tres años y medios y que no se quieren dormir hasta escuchar mi programa. Todos esos carritos que los reyes nunca trajeron. Todo, todito, todo terminó siendo solamente un poquito de spam más.
Y, por más que me lo niegue, no puedo decir que no me abochorno de ello.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Is this 4 real or u just have an awesome imagination???\

Sincerily ur dearest friend, mairy!

maria del carmen dijo...

mira sergio yo soy una admiradora pero no me gusto lo que hase por que hay persona que se comforma solo viendote por la tv como pero te digo algon yo tengo mucha informacion de ti ademas me gustari que tu le contestara la gente yo que tu esta bueno pero para tanto pricinpe tu sabe la vece que yo esperado que tu me contesta pero de haci es la vida de lo famoso te mando mucho saludo y un beso y damele un abrazo a radio y a wifi espero que leeas esto

Anónimo dijo...

oyeme pricinpe tu no esta tan bueno para que tu vega con tu flo dique que tu no le vaz a contestar a la gente miar yo soy una admiradora tuyo pero me gustari que tu le pusiera antensio a las persona que todo los dia ve a chevere como yo tu me gusta pero papa que pasa te quieres calentarte con tus admiradores damele un abrazo a radio y a wifi yo creo en la esperaza de que tu me conocieras love